Para los que estudiamos en colegio católico, la historia de Caín y Abel es fundamental en los anales de aquella maravillosa saga mitológica denominada Biblia, pues marca el primer fraticidio de la humanidad.
Si ud. por el contrario se «educó» en un colegio fiscal, algo habrá captado de este drama en las maratones fílmicas de Semana Santa y si no, estúpido.
La cosa es sencilla: Caín, el hijo feo, hediondo y pal mandado de Adán y Eva, se aburre de que el maricón de su hermano Abel (nombre de tragasables) tenga todos los privilegios y se folle a las mejores ovejas del rebaño, por lo que decide hacerle un Homerun en la cabeza, ocasionándole la muerte.
¿Qué aprendimos? Que si son lindos y mimados, deben usar casco.
Sino, pregúntenle al chiquitín rubio.
Igual notable los reflejos de Caín… fijaos que Abel le tira una piedra en onda beisbolística y este intenta conectar un homerun a poco centímetros.
Además ni le pegó al cabro mamón, solo lo rozó… así que el video no vale nada.
jajaja Cain pega y se pega!
ERA DE PLÁSTICO LA WEÁ, así no se vale wn… no blood, no good. chaoo
Que hubiera sido bonito si la cabeza del cabro chico hubiera salido volando.
Puta la mamita del año….sigue filmando la vieja culia!!