Así es, hoy en La Longia queremos entregar un importante aviso para la comunidad bukakera del mundo: Hay hombres alérgicos a su propio semen.
No. No es que la Opus Dei Universidad de los Andes haya declarado a través de su Magíster en Matrimonio y Familia que masturbarse podía producir salpullidos, sino que de verdad una investigación comprobó que existen fracasados hombres que son alérgicos a su propia leche.
Tal fenómeno mutante hace que, inmeditamente post-chorreo de coronta, los maldecidos sientan náuseas, dolor de cabeza (de la de arriba), dolor físico y salpullidos.
Ahora, más triste que ser adicto a tu propio champagne es el tratamiento: Te lo tienen que poner… el semen, con una jeringa durante años hasta que te dejes de mariconadas.
La buena noticia es que el mal no afectaría a las damiselas, por lo que ya saben, no hay excusa para no tragar.
Con amor para los niños, La Longia: Comunidad del conocimiento para el mundo.
Hermosa noticia
Más hermosa que la noticia, es el tratamiento.
PUTOS!