Varias veces menospreciado, paradójicamente -el lector entenderá-, el Culo de la Gorda tiene muchísimas utilidades que cualquier trasero de “palito chino parlante” envidia.
En principio tenemos que manifestar que estamos hablando de un Culo, así con mayúsculas. No tiene nada que ver con la acepción biológica, en este caso el diccionario que se usa es el de nosotros, no el de ellos, no es el agujero, es lo que todos (enfatizo en lo de nuestro diccionario) decimos “Culo”.
Suponía necesario aclarar para que -a modo de glosario- sepamos (Ud. lector) de qué yo (autor) hablo, sino entraríamos (Ud. lector y yo autor) cada doce palabras en la disyuntiva de posibles significados de frases bastante simples (en mi intención, la del autor); lo que a todas luces sería un “contra” para este artículo que se manifestaría en comentarios bastante derogativos, que -le voy a ser sincero- no me gustan leer, porque me es imposible justificarme (en muchos casos son ciertos), y me es imposible consolarlo en el mal trance que tuvo que sostener.
En fin, Culo.
Los Culos sirven a la humanidad desde larga data. Han sido fieles consejeros e inspiración para la invención de la rueda, y luego su movimento friccional al caminar ayudaron a la dominación del fuego, otorgando la forma de prenderlo.
Son aquellos que nos hicieron entender la posición correcta para la cabeza al dormir o para admirar el oscuro firmamento (invención de la almohada).
Su maduración con la edad fue lo que Isaac Newton en realidad observó, y su cálculo de evolución lo hizo llegar al postulado de la Ley de Gravedad.
Danzar, bailar, y toda la alegría que influyen en crear sería -acaso- parecido de haber sido practicado originariamente por flacuchentas varoniles? No, serían amargas. El Culo es el que lo hace atractivo y nos obliga a sus admiradores a practicarlo. El Culo es el que marca el ritmo de la percusión, ese grupo de instrumentos creados a semejanza de la Diosa del “boinchi-boinchi”.
Yo, si fuera Presidente, quemaría las plantaciones de lechuga adelgazante, no les tendría misericordia de ningún tipo, no la merecen.
Pero LA medida a tomar quizá sea poner resortes debajo de las pasarelas de moda, si el peso de la modelo no mantiene forzado el fuelle, entonces será disparada a la infitud del cielo, donde -al desaparecer de nuestras vistas- hará un breve destello, como castigo a no alimentar las posaderas.
Yo espero que me acompañen, que agarren con dos manos ese Culo, lo disfuten al morderse el labio inferior y entrecierren los ojos instintivamente al sentirlo.
Sin éso, qué sería de la Humanidad?
ME AGRADA LA MESA SE CENTRO SALUD!
Debo decir al respecto que todo me importa un culo ¡¡¡ –
Zzzzzz….
Estaba en una tienda tratando de ver un aparato, pero un gran poto me lo impidió. Desde ese día estoy más seguro de una cosa: hay que poner un impuesto al chancho.
Faltó sólo el copetito y listoco!!!!
Yo me «conecto» altiro aqui a internet!
😉
gracias culos gordos celuliticos llenos de injundia y sudor..grandes blandos, gozosos!!!
awante jenny.JAJAJAJAJ