Muchas veces durante los espacios de «reportajes en profundidad» = «No tenemos con qué chucha rellenar el noticiario» nos horrorizamos con el sucio mundo de las apuestas callejeras y sobre todo con el clásico de cuneta «Pepito paga doble».
En aquel pecaminoso juego, unos flaites con tres neuronas más que el promedio de flaites (normalmente público) timaban a unos perdedores para sacarles plata como estúpidos sin que supieran donde se habían equivocado, llevándolos a profundos estados de desesperación de los que salían entre putas y pichangas en La Piojera o alguno de esos tugurios a los que les gusta ir a los alemanes para sentir que su vida tiene algún sentido.
Siempre me pregunté si esa gente era estúpida o le faltaba materia gris. Este video lo comprueba… lo último.
Gentileza de Chan Chan gases para el mundo.
Cuántas horas invertidas en enseñarle al gato el famoso jueguito? Cuánto aburrimiento acumulado antes de darse cuenta que el gato tenía gracia?
Y pensar que las minas se quejan que los hombres no las toman en cuenta.
Ya saben, la culpa es del gato.
Jajajajajaa!
No sé entiende el texto, que wea era?
Me emocioné hasta las lágrimas.
Le enseñaré a mi gato. Pobre que no aprenda el muy reculiao.