En algún momento de mi vida, en un fiestón de no sé qué chucha, conocí a Abhiraja. Sí, un negro chocolate, más feo que el tajo de la pichula, casado,…
Mi amiga de toda la vida, Martina –sí, la misma de esa maravillosa trilogía– me invitó a Algarrobo para las vacaciones de verano del año del pico. Yo recién había…
Me pegué fuertemente en el cráneo, y decidí volver. Así de simple. Después de todo este tiempo, ausente de escribirles basura y que por mutuo acuerdo entre Don Richard y…
Vivo en la favela, mi ídolo máximo es mi primo Zê Taradao, Senhor da Merdinha. Él manejaba A Banda dos Travucos, su estatus criminal, su manejo de la droga y…
Varias veces menospreciado, paradójicamente -el lector entenderá-, el Culo de la Gorda tiene muchísimas utilidades que cualquier trasero de “palito chino parlante” envidia. En principio tenemos que manifestar que estamos…
Ya que conocemos los “dolores” de Michael, debo terminar esta linda historia, AHORA. Michael nos tenía bastante aburridos con su quejadera constante, su lloriqueo diario, y su hediondez permanente. Un…
Ella toma el ascensor que nadie ve, ese que se encuentra escondido detrás de una columna por la evidente impericia de un estúpido arquitecto. Para cuando termina de descender a…
Antes de todo, debo pedir disculpas por mi retraso en la columna. Pero al no pagarme por escribir, tengo sólo obligaciones morales. [Las que me importan una real pichula.] –Mentira-…