Antiguamente, cuando Arnold Schwarzenegger asombraba al mundo con su gran opulencia física y diminutos testítulos atrofiados por los esteroides, las mujeres se rendían a sus pies. Y como no, si…
Antiguamente, cuando Arnold Schwarzenegger asombraba al mundo con su gran opulencia física y diminutos testítulos atrofiados por los esteroides, las mujeres se rendían a sus pies. Y como no, si…