La miró con ojos secos, como devorando su cuerpo sin siquiera haber tocado esa piel trigueña contorneada por el fulgor del caribe. Ella agitaba lentamente sus piernas, nerviosa, mientras el…
La miró con ojos secos, como devorando su cuerpo sin siquiera haber tocado esa piel trigueña contorneada por el fulgor del caribe. Ella agitaba lentamente sus piernas, nerviosa, mientras el…