Quizás en 1984 ser hombre y usar pantalones brillantes y ajustados, maquillaje, pelo largo y con laca y fotografiarse con sugerentes miradas, no era símbolo de ser fleto sino más…
En una noble iniciativa por estar heterosexualmente mas cerca de nuestros lectores y de paso instruirlos en el arte del jolgorio y la parranda desenfrenada